lunes, 17 de septiembre de 2007

Un poco de bibliografía


"El simulacro no es lo que oculta la verdad. Es la verdad la que oculta que no hay verdad. El simulacro es verdadero"


miércoles, 15 de agosto de 2007

La guerra de los cómplices

En Europa, todas las minorías étnicas están en vías de desaparición. Todos los estados europeos, en tanto que tales, no pueden ser más que cómplices de Milosevic. Sin embargo, hay que encontrar las razones cínicas de esta "guerra", las razones inconfesadas de esta intervención que se dice que es un fracaso, que es catastrófica en todos los planos. Y justamente es entonces cuando nos asaltan las dudas más crueles sobre toda esta puesta en escena. Tantos errores acumulados, tantas tergiversaciones y actos fallidos deben tener un sentido, y esta persistencia en la confusión táctica, en esta guerra veleidosa que yerra deliberadamente a sus blancos (hablo de los occidentales: Milosevic no le erró a la suya), todo eso haría dudar de la definición misma de la guerra: la continuación de la política por otros medios. Si esta definición es válida todavía, entonces todos nuestros estrategas y nuestros políticos occidentales son idiotas, lo que no debe excluirse. Pero antes de llegar a este extremo, preguntémonos si no están, por el contrario, llevando a buen término una operación perfectamente programada, o que en todo caso se desarrolla como si lo estuviese.

Se dice: la OTAN no comete más que errores. Europa es incapaz de tener la menor política concertada. Pero NO, es exactamente lo contrario. ¿Qué hace Milosevic? Elimina las minorías, en especial la minoría musulmana, con lo que toda la Yugoslavia "blanca", católica u ortodoxa, lo apoya. Pero no solamente Yugoslavia. Toda Europa está detrás de él. Todos los estados nacionales europeos tiene problemas con sus minorías de origen, o con inmigrantes, que están lejos de solucionarse. Por todos lados, las minorías étnicas, lingüísticas, todas las singularidades están en vías de desaparición o de eliminación. Milosevic es el abanderado de la depuración étnica. Pero en toda Europa los estados "depuran", a pesar de que se llenen la boca con la autonomía y los derechos del hombre, todos los estados europeos en tanto que tales (no hablo de las poblaciones, pero ¿qué son ellas sino la caja de resonancia ideológica y humanitaria de la información?) no pueden ser más que cómplices fundamentales de Milosevic. Si lo vomitan como su mala conciencia y fingen castigarlo es porque hace demasiado bien (es decir, muy mal, muy brutalmente) el trabajo sucio. Pero le dieron todo el tiempo del mundo para hacerlo. ¿Por qué lamentar incansablemente no haber intervenido uno, dos años, tres años antes? ¿Y por qué desconocimiento asombroso de la situación se comprometió la OTAN en ataques aéreos sin pensar en las consecuencias en la tierra? (cuando tantos expertos debieron reflexionar durante meses) y ¿por qué no paralizar inmediatamente las fuerzas serbias en tierra, en Kosovo, en lugar de desplegar una logística aérea mas o menos inútil? Y bien, la respuesta salta a los ojos. Todo se clarifica cuando uno se da cuenta de que los ataques aéreos están ahí para no intervenir en la tierra o para retrasar lo más posible la intervención, hasta cuando todo esté terminado. Solana dijo bien (sin pensar que traicionaba cruelmente la verdad política de esta guerra): "Nosotros no retomaremos las negociaciones con Milosevic (pero, ¿no se trata más de liberarse de él?) hasta que no haya puesto fin a las limpiezas étnicas". Entiendan bien: cuando él haya acabado. Lo que sucede inexorablemente. En ese sentido, esta guerra, o por lo menos la operación que subtiende esta guerra que nos tocó ver, se efectúa de manera óptima, casi programática. Porque Milosevic es el ejecutor de la política europea, la verdadera, la única, la de la Europa blanca, limpia, purificada de todas las minorías. Política negativa, política exclusiva e integrista, pero, ¿por qué hacerse ilusiones?, Europa no tiene ninguna idea positiva de ella misma, Europa no está más que atormentada por el espectro de Europa. Por todos estos motivos nosotros fingimos que lo combatimos, pero siempre tarde y mal. De todas maneras, no está terminado: después de Kosovo, Montenegro, como por otra parte Kurdistán, Palestina, etc. La tragicomedia del "proceso de paz" de Medio Oriente responde exactamente a ese mismo "retraso" indefinido y calculado).

* Filósofo francés. Publicado en Libération.
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viernes, 3 de agosto de 2007

La transparencia del mal

.¿ Es posible que todo sistema, todo individuo contenga la pulsión secreta de liberarse de su propia idea, de su propia esencia, para poder proliferar en todos los sentidos, extrapolarse en todas direcciones? Pero las consecuencias de esta disociación sólo pueden ser fatales. Una cosa que pierde su idea se como el hombre que ha perdido su sombra; cae en un delirio en el que se pierde.

Aquí comienza el orden, o el desorden metastásico, de desmultiplicación por contigüidad, de proliferación cancerosa.


...Tiempo atrás, el cuerpo fue metáfora del alma, después fue la metáfora del sexo, hoy ya no es la metáfora de nada, es el lugar de la metástasis, del encadenamiento maquinal de todos sus procesos, de una programación al infinito sin organización simbólica, sin objetivo trascendente, en la pura promiscuidad por sí misma que también es la de las redes y los circuitos integrados.

domingo, 22 de julio de 2007

La simulación en el arte

"La simulación en el arte" es la segunda de tres conferencias dictadas en el Centro Documental de la Sala Mendoza por Jean Baudrillard durante su estancia en Caracas en 1994. Forman parte de este ciclo las conferencias: "La simulación en el arte" y "La escritura automática del mundo", compiladas por MonteÁvila Editores en el año 1998 bajo el título: La ilusión y la desilusión estéticas.

Hoy retomaremos el mismo tema, el del arte, desde luego, el tema de la simulación, pero bajo un aspecto distinto, aunque no va a ser enteramente diferente de lo anterior.
Sin embargo, antes de comenzar, quisiera precisar bien, no mi posición respecto del arte, sino el hecho de que no estoy en el arte, para curarme en salud, para disculparme. Respecto del arte soy un bárbaro; no soy crítico de arte, ni historiador del arte ni artista, y ello me permite por cierto, de alguna manera, hablar efectivamente en términos de iconoclasta. Esto en cierta medida me justifica ya que, como dijimos ayer, el arte todo entero se ha vuelto iconoclasta. Mis referencias, si es que puedo llamarlas así y si es que las tengo, pues sólo tardíamente me dio por debatir asuntos estéticos, son unas pocas, y se las doy simplemente como información. En cierta medida partí de Baudelaire (hay que retomar a Baudelaire y sus reflexiones sobre la modernidad); también acudo a Walter Benjamin y el opúsculo sobre la obra de arte y su reproducción técnica, que ciertamente todos conocen, y a McLuhan y su teoría de The medium is the message, que constituye justamente la matriz, en cierto modo, de la desaparición en todo el campo de la comunicación y de la información precisamente del sentido; también en McLuhan, esa nueva pragmática electrónica de la imagen que en él está muy desarrollada; y por último a Andy Warhol, del que ya hemos hablado ayer y del que hablaremos de nuevo, por su práctica ultramediática del arte, es decir, traspasar el límite, de un modo que podríamos llamar no una estética trascendental sino una inestética trascendental que es, de cierta manera, la eutanasia del arte, el método de la eutanasia.

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lunes, 2 de julio de 2007

Duelo

Se tiene la impresión de que una parte del arte actual concurre a un trabajo de disuasión, de duelo de la imagen y de lo imaginario, duelo estético, la mayor parte del tiempo fallido, lo que entraña una melancolía general en la esfera artística, que parece sobrevivir en el reciclaje de su historia y de sus vestigios (aunque ni el arte ni la estética son los únicos que se dirigen a este destino de vida melancólico más allá de sus medios y sus propios fines). Es como si estuviéramos asignados a la retrospectiva infinita de aquello que nos ha precedido. Es verdad en la política, en la historia, en la moral, pero también en el arte, que en esto no tiene ningún privilegio. Todo el movimiento pictórico se ha retirado del futuro y desplazado hacia el pasado. Citación, simulación, reapropiación, el arte actual se ha apropiado de manera más o menos lúdica, o más o menos kitsch, de todas las formas, de las obras del pasado cercano o lejano, incluso del más contemporáneo. Es lo que Russell Connor ha llamado "el rapto del arte moderno". Seguramente este remake, este reciclaje, se vuelven irónicos. Pero esta ironía es la trama usada de un velo, no resulta sino de la desilusión de las cosas: es una ironía fósil. El guiño que consiste en yuxtaponer el desnudo del Desayuno sobre la hierba con el Jugador de cartas de Cézanne no es más que un gag publicitario: el humor, la ironía, la crítica en tromp l’oeil que caracterizan a la publicidad y que sumergen al mundo artístico. Hoy es la ironía del arrepentimiento y el resentimiento de cara a su propia cultura.
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domingo, 24 de junio de 2007

La ilusión y la desilusión estéticas

Da la impresión de que la mayor parte del arte actual se aboca a una labor de disuasión, de duelo por la imagen y el imaginario, a una labor de duelo estético, las más de las veces fallido. Esto acarrea una especie de melancolía general en el ambiente artístico, el cual parece sobrevivir en el reciclaje de su historia y de sus vestigios. Pareciera que estamos dedicados a una retrospectiva infinita de lo que nos precedió, pero esto es cierto para la política, es cierto para la moral, para la historia, y para el arte también, que no detenta ningún privilegio. Todo el movimiento de la pintura, por ejemplo, se ha retirado del futuro y desplazado hacia el pasado: con la cita, la simulación, la apropiación, al arte actual le ha dado por retomar, de una manera más o menos lúdica, más o menos kitsch, todas las formas, todas las obras del pasado, próximo o lejano, y hasta las formas contemporáneas, eso que Raysel Knorr, un pintor norteamericano, llama "el rapto del arte moderno".

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viernes, 22 de junio de 2007

El Terrorismo

La 4ª guerra mundial está en otra parte

Eventos mundiales no nos han faltado, de la muerte de Diana al Mundial de fútbol - o eventos violentos y reales, de guerras a genocidios. Pero eventos simbólicos de envergadura mundial, es decir no sólo de difusión mundial, sino capaces de poner en jaque a la misma mundialización - ninguno. A lo largo de esta estagnación de los años 90 se ha extendido la "huelga de los eventos" (según la expresión del escritor argentino Macedonio Fernández). Bueno, se acabó la huelga.

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