miércoles, 15 de agosto de 2007

La guerra de los cómplices

En Europa, todas las minorías étnicas están en vías de desaparición. Todos los estados europeos, en tanto que tales, no pueden ser más que cómplices de Milosevic. Sin embargo, hay que encontrar las razones cínicas de esta "guerra", las razones inconfesadas de esta intervención que se dice que es un fracaso, que es catastrófica en todos los planos. Y justamente es entonces cuando nos asaltan las dudas más crueles sobre toda esta puesta en escena. Tantos errores acumulados, tantas tergiversaciones y actos fallidos deben tener un sentido, y esta persistencia en la confusión táctica, en esta guerra veleidosa que yerra deliberadamente a sus blancos (hablo de los occidentales: Milosevic no le erró a la suya), todo eso haría dudar de la definición misma de la guerra: la continuación de la política por otros medios. Si esta definición es válida todavía, entonces todos nuestros estrategas y nuestros políticos occidentales son idiotas, lo que no debe excluirse. Pero antes de llegar a este extremo, preguntémonos si no están, por el contrario, llevando a buen término una operación perfectamente programada, o que en todo caso se desarrolla como si lo estuviese.

Se dice: la OTAN no comete más que errores. Europa es incapaz de tener la menor política concertada. Pero NO, es exactamente lo contrario. ¿Qué hace Milosevic? Elimina las minorías, en especial la minoría musulmana, con lo que toda la Yugoslavia "blanca", católica u ortodoxa, lo apoya. Pero no solamente Yugoslavia. Toda Europa está detrás de él. Todos los estados nacionales europeos tiene problemas con sus minorías de origen, o con inmigrantes, que están lejos de solucionarse. Por todos lados, las minorías étnicas, lingüísticas, todas las singularidades están en vías de desaparición o de eliminación. Milosevic es el abanderado de la depuración étnica. Pero en toda Europa los estados "depuran", a pesar de que se llenen la boca con la autonomía y los derechos del hombre, todos los estados europeos en tanto que tales (no hablo de las poblaciones, pero ¿qué son ellas sino la caja de resonancia ideológica y humanitaria de la información?) no pueden ser más que cómplices fundamentales de Milosevic. Si lo vomitan como su mala conciencia y fingen castigarlo es porque hace demasiado bien (es decir, muy mal, muy brutalmente) el trabajo sucio. Pero le dieron todo el tiempo del mundo para hacerlo. ¿Por qué lamentar incansablemente no haber intervenido uno, dos años, tres años antes? ¿Y por qué desconocimiento asombroso de la situación se comprometió la OTAN en ataques aéreos sin pensar en las consecuencias en la tierra? (cuando tantos expertos debieron reflexionar durante meses) y ¿por qué no paralizar inmediatamente las fuerzas serbias en tierra, en Kosovo, en lugar de desplegar una logística aérea mas o menos inútil? Y bien, la respuesta salta a los ojos. Todo se clarifica cuando uno se da cuenta de que los ataques aéreos están ahí para no intervenir en la tierra o para retrasar lo más posible la intervención, hasta cuando todo esté terminado. Solana dijo bien (sin pensar que traicionaba cruelmente la verdad política de esta guerra): "Nosotros no retomaremos las negociaciones con Milosevic (pero, ¿no se trata más de liberarse de él?) hasta que no haya puesto fin a las limpiezas étnicas". Entiendan bien: cuando él haya acabado. Lo que sucede inexorablemente. En ese sentido, esta guerra, o por lo menos la operación que subtiende esta guerra que nos tocó ver, se efectúa de manera óptima, casi programática. Porque Milosevic es el ejecutor de la política europea, la verdadera, la única, la de la Europa blanca, limpia, purificada de todas las minorías. Política negativa, política exclusiva e integrista, pero, ¿por qué hacerse ilusiones?, Europa no tiene ninguna idea positiva de ella misma, Europa no está más que atormentada por el espectro de Europa. Por todos estos motivos nosotros fingimos que lo combatimos, pero siempre tarde y mal. De todas maneras, no está terminado: después de Kosovo, Montenegro, como por otra parte Kurdistán, Palestina, etc. La tragicomedia del "proceso de paz" de Medio Oriente responde exactamente a ese mismo "retraso" indefinido y calculado).

* Filósofo francés. Publicado en Libération.
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